El alma acompaña al cuerpo desde el nacimiento hasta la muerte y nunca deja de estar en contacto con él, de hablarle.La única enfermedad que puede existir es la sordera espiritual que a la larga se manifestara en síntomas físicos y emocionales .No querer escuchar a nuestra alma es no querer escuchar a una parte nuestra, no darle suficiente atención y esto a la larga nos puede enfermar
El alma no enferma nunca, pero si no le hacemos caso podremos enfermar, creando síntomas físicos o experiencias que podrán originar la enfermedad
El arte para el alma a través de la altísima y pura vibración que nos aportan los colores de la luz, trabajara la base psicosomática de la enfermedad introduciendo un código de salud, paz y armonía en nuestro psique, y a través de él en nuestro cuerpo físico, abriéndonos a un idioma creativo sanador , poniendo luz a nuestro camino.
Montse Arnal
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